Una de las principales conclusiones del primer Balance Global (GST) de la CMNUCC es que los países deben apoyar la “transformación de sistemas” que integre el desarrollo resiliente al clima para intensificar nuestra respuesta a la crisis climática. Pero, ¿cómo pueden los Estados miembros de la ONU en la COP28 responder a este llamado sin una idea tangible de cómo se ve esto en la práctica?