La jornada empezó muy temprano con una visita a las chakras kichwas amazónicas, hermosas fincas ubicadas a lo largo de las riberas del río Ahuano en el Tena.
Estas chakras constituyen sistemas de producción ancestrales, que privilegian la diversificación de los cultivos por sobre el monocultivo. Se caracterizan por ser espacios familiares en los que se aplican saberes y prácticas ancestrales con criterios agroecológicos y orgánicos, que promueven el consumo familiar, así como los intercambios comunitarios y la comercialización de productos sanos y nutritivos.
Con las propietarias y los propietarios de estas chakras, el recorrido observando sus cultivos permitió evidenciar cómo este mecanismo agroecológico ancestral actúa como una potente medida de adaptación al cambio climático, permitiendo una regulación natural de la temperatura, lo cual protege los sembríos de las intensas precipitaciones o de las sofocantes sequías.
El intercambio de conocimientos y visiones sobre estas prácticas fueron el preámbulo ideal para arrancar, al día siguiente, con un taller participativo al que se dieron cita distintas organizaciones y asociaciones indígenas amazónicas (Kallari, Allyguayusa, Wiñak, Tsatsayaku, Inti) que colaboran cercanamente con la Corporación de Asociaciones de la Chakra Amazónica y el Fondo para el Desarrollo Sostenible y Conservación del Agua del Napo (FODESNA).
Con apoyo técnico y financiero de la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA) y la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN), el FODESNA llevará adelante el proyecto “Promoviendo la sostenibilidad de la Chakra Amazónica como mecanismo de adaptación climática comunitaria”.
En ese marco, el taller de arranque realizado el pasado 27 de marzo, tuvo el propósito de intercambiar conocimientos y experiencias en torno a las distintas problemáticas que enfrentan las asociaciones, sus socios y socias en las chakras amazónicas, como producto de las amenazas climáticas y de prácticas insostenibles en el territorio, así como debido a desigualdades e inequidades sociales que afectan a los distintos grupos poblacionales. Las y los participantes tuvieron la oportunidad de discutir y profundizar sobre conceptos relacionados con cambio climático, vulnerabilidades, opciones de adaptación basada en ecosistemas y el enfoque de género e inclusión social. A partir de ese análisis, trabajaron en grupos para aportar y compartir ideas sobre las distintas estrategias y resultados esperados por el proyecto, así como sobre las acciones concretas que los diversos actores podrán comprometer para lograr los objetivos planteados. De esa forma, se busca conservar el agua y la biodiversidad, fomentar prácticas de producción sostenibles y mejorar los medios de vida de las organizaciones locales.
Después de este espacio de co-construcción, el proyecto fue oficialmente inaugurado con el respaldo de representantes del gobierno provincial y con el compromiso de todas las personas y organizaciones que tendrán un rol activo en su implementación.