En un esfuerzo por aportar a la transición energética y la reducción de emisiones contaminantes, mejorar la salud y el bienestar de la población, se crea el proyecto “TRANSFORMACIÓN ENERGÉTICA A NIVEL RESIDENCIAL: Electrificación de estufas y cocinas en América Latina”. Esta iniciativa impulsada por el Global Methane Hub se está implementando en Brasil, Chile y Colombia desde Marzo de 2024, por un consorcio de instituciones, constituido por la Fundación Futuro Latinoamericano (FFLA), EBP Chile, EBP Brasil, Stanford University, Universidad de São Paulo, Universidad Mayor de Chile y Universidad de los Andes en Colombia.
El uso de electrodomésticos que funcionan con combustibles fósiles es una fuente significativa de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) así como emisiones de CO, NOX y benceno en muchas viviendas del sur global. Esto no solo afecta la calidad del aire interior, sino que también incrementa las enfermedades respiratorias.
Al mismo tiempo se ha constatado un muy bajo nivel de eficiencia energética y de digitalización en los hogares en países latinoamericanos, lo cual tiene efectos económicos tanto a nivel individual como a nivel nacional.
El proyecto responde a estos desafíos mediante tres actividades:
- Una investigación científica para medir los GEI y emisiones de contaminantes locales (CO2, CH4, NOx, CO y Benceno) en residencias de Brasil, Chile y Colombia, con la finalidad de entender adecuadamente las implicaciones de la electrificación de estufas y cocinas y su impacto en las emisiones de GEI y la salud.
- Un estudio exhaustivo sobre la situación actual de la electrificación residencial y específicamente el uso de cocinas y estufas de gas en los tres países, proponiendo información del contexto actual, y también, regulaciones y programas para promover la transición energética a nivel residencial.
- Recomendaciones de instrumentos de política para la transición energética a nivel residencial en los tres países, con foco especial en cocción y climatización.
El estudio se enfoca en el uso de energía final en la cocción de alimentos y la climatización de espacios. En Brasil, el gas licuado de petróleo (GLP) es la principal fuente de energía para la cocina, mientras que la electricidad es clave para la climatización. En Chile, el GLP en un 76%, el gas natural en un 14% y la electricidad en un 5% son las fuentes principales para la cocción de alimentos; y para la calefacción de espacios, los energéticos más utilizados son el GLP (26%), leña y sus derivados como el pellet (26%) y la electricidad en un 16%. Cabe resaltar que el GLP es la principal fuente de energía en áreas urbanas; mientras que, en las áreas rurales es más común el uso de carbón, leña o sus derivados. La calefacción se logra en su mayoría a través de estufas o calefactores individuales. En Colombia, de toda la energía empleada en el sector residencial, el 66% corresponde a la cocción de alimentos, donde la principal fuente de energía es en un 65% la leña, seguida en un 24% por gas natural. El consumo de electricidad en el sector residencial está principalmente relacionado a los equipos de refrigeración, que representa el 49%, dentro de este valor se estima que la climatización de espacios corresponde a un 10% del consumo total de energía eléctrica residencial, destinado a ventilación y aires acondicionados.
La transición energética a nivel residencial, con mayores grados de electrificación y energías limpias, es crucial para aportar a la reducción de emisiones, por esto se quiere promover la adopción de programas que incidan en el marco regulatorio y faciliten esta transición, para así alcanzar un futuro energético sostenible.
Emisiones globales en los tres países se refieren a lo siguiente: En Brasil, a nivel nacional el sector residencial genera el 13% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (medidas en CO2), que provienen de la cocción de alimentos, con la leña como principal contaminante. En Chile, se generaron 18 millones de toneladas de CO2 en 2018 en el sector residencial, con la leña en un 46% como fuente principal para calefacción. En Colombia, entre 1990 y 2018, se generaron 4.2 millones de toneladas de CO2 asociadas al sector residencial, representando el 9% de las emisiones nacionales, con el gas natural siendo en un 66% la principal fuente de emisión por uso final en la cocción de alimentos.
Los tres países cuentan con diversos instrumentos de política relacionados con la reducción de emisiones y la promoción de energías renovables. En Brasil existe el Decreto N° 9.863 del Programa Nacional de Conservación de Energía Eléctrica (PROCEL) que busca promover acciones de eficiencia energética eléctrica. Además de, la Tarificación Eléctrica (ANEEL) que ofrece opciones tarifarias al sector residencial, como la “Tarifa Blanca”, beneficiando el consumo fuera de horarios de alta demanda; y la “Tarifa Social de Electricidad” que aplica descuentos a usuarios dentro de la clase residencial de bajos ingresos, los cuales son inversamente proporcionales al consumo de energía, con un tope de 220 kWh al mes.
Chile por su parte, fomenta las energías renovables, la introducción de artefactos de bajas emisiones y la seguridad y calidad de suministro eléctrico mediante instrumentos como la Política Energética, la Ley Marco de Cambio Climático y los Planes de Descontaminación local, este último cuenta con el Programa de Recambio de Artefactos de Calefacción, el cual ha implicado un recambio de más de 10.000 artefactos de leña por artefactos a pellets, parafina y electricidad.
Colombia maneja un esquema de subsidios y contribuciones con el propósito de favorecer a los hogares con menores ingresos económicos quienes tienen un subsidio del 60%, valor que va disminuyendo entre estratos, pues aquellos con mayores ingresos económicos pagan un sobrecosto (contribución) del 20% sobre el valor de su consumo. Para el tema de climatización el referente lo constituye el PAI PROURE 2022 – 2030, manejando el diseño y construcción de edificaciones con principios bioclimáticos y promoviendo el uso de ventiladores sobre aires acondicionados, y en el caso de utilizar aires acondicionados, se sugiere combinarlos con ventiladores. No obstante, al utilizar aires acondicionados, se recomiendan los mini split tipo «inverter» por su eficiencia energética, que ahorra hasta un 40% en consumo de energía. La Ley 2.128 de 2021 y el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 buscan incrementar la cobertura de gas combustible y promover el biogás como alternativa para la cocción. Y, el Plan Nacional de Sustitución de Leña, que se enfoca en la sustitución de combustibles contaminantes, promoviendo el acceso a energéticos menos contaminantes y la investigación en tecnologías eficientes.
Todas estas políticas e instrumentos de política mencionados apuntan desde distintas perspectivas a una transición hacia combustibles más limpios; a pesar de eso, no hay una estrategia sistemática y decidida en los países para impulsar y fomentar la transición energética a nivel residencial. El primer estudio de la iniciativa muestra que se requiere de un enfoque más integral para enfrentar el desafío de la transición energética a nivel residencial. El nivel de preparación para la transición energética del sector residencial en Brasil, Chile y Colombia es mediano, con un buen acceso a la electricidad y potencial de energías renovables, pero con desafíos importantes en la calidad de servicios eléctricos, barreras tecnológicas y costos comparados con otros combustibles, así como en términos de calidad de la vivienda y bajos niveles socioeconómicos – poder adquisitivo, para los tres países. El desafío más fuerte, se considera, es el nivel de desarrollo de infraestructura de energía distribuida.
La transición energética a nivel residencial de estufas y cocinas en América Latina, es un paso crucial hacia un futuro energético sostenible. Este diagnóstico inicial proporciona una base para la implementación de políticas y programas que faciliten esta transición, aportando a la mejora de vida de millones de personas en la región. A largo plazo, estos cambios contribuirán a la creación de programas y políticas que generen comunidades más saludables y sostenibles.
Los datos completos derivados del primer informe, están disponibles en: https://www.ffla.net/wp-content/uploads/2021/03/Informe_completo_GAS_Final_singles_pages.pdf
Próximos pasos
El proyecto continuará con el análisis de instrumentos de política, generando recomendaciones específicas por país y sobre programas y proyectos que podrían implementarse para lograr la transformación energética a nivel residencial.
Además, se realizarán mediciones en 95 viviendas en Brasil, Chile y Colombia para evaluar la calidad del aire interior y los contaminantes asociados a diversas tecnologías de calefacción y cocción. Chile ya inició la investigación, en los siguientes meses este proceso arrancará en Brasil y Colombia.
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Para consultas adicionales, no duden en contactar a Franco Moreno, Coordinador de Comunicación – franco.moreno@ffla.net o Dayana Lema, Asistente de Comunicación FFLA – dayana.lema@ffla.net
¡Por una transición energética sostenible!