Una de las principales conclusiones del primer Balance Global (GST) de la CMNUCC es que los países deben apoyar la “transformación de sistemas” que integre el desarrollo resiliente al clima para intensificar nuestra respuesta a la crisis climática. Pero, ¿cómo pueden los Estados miembros de la ONU en la COP28 responder a este llamado sin una idea tangible de cómo se ve esto en la práctica?
Este artículo comparte una variedad de respuestas de adaptación y resiliencia con potencial transformador que las comunidades y organizaciones de primera línea están liderando en el Sur global. Si las conversaciones globales y las acciones de los actores internacionales y nacionales prestan atención a estos mensajes, se podría ayudar a lograr un “cambio de rumbo”. Pero primero, el Balance Global debe reflejar estas diversas voces locales.
Por Lisa McNamara, Mairi Dupar, Nadia Sitas y Karen Hildahl de CDKN. Destacando las historias de Constance Okolett, Lourivania Soares Santos y Mike Hands.
En la COP28, los gobiernos acordarán el texto del primer Balance Global para informar sobre el progreso en la implementación del Acuerdo de París hasta la fecha y guiar un “cambio de rumbo” para futuras vías de acción climática. Sin embargo, sin una comprensión fundamentada y matizada de qué accionwa climáticas transformadoras ya se están llevando a cabo en diversos contextos locales, corremos continuamente el riesgo de volver a recurrir al desarrollo usual.
Campeonas y campeones locales en el Sur global son pioneros en acciones transformadoras de resiliencia y adaptación en diversas geografías alrededor del mundo, y tienen el potencial de inspirar la acción y el apoyo de otras personas.
Muchos de estos ejemplos, y las recomendaciones resultantes, se muestran en el estudio Historias de resiliencia: lección de la práctica de adaptación local 2023 del Centro Global de Adaptación y CDKN. Realizamos un balance local propio con actores locales, basando nuestros hallazgos en más de 200 contribuciones provenientes de una convocatoria de historias y una exploración más profunda de 19 iniciativas lideradas localmente en todo el mundo.
La acción climática transformadora florece en las personas y la naturaleza
La ciencia es clara en cuanto a que la crisis climática y de biodiversidad están profundamente interrelacionadas y deben abordarse juntas de manera que apoyen las vidas y los medios de subsistencia de las personas, tanto ahora como en el futuro. El cambio climático es uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad y exacerba el impacto de los peligros climáticos.
La mayoría de las Historias de resiliencia de 2023 se enfocaron en la restauración de la integridad ambiental, especialmente en la agricultura y los sistemas alimentarios, y mostraron cómo las y los pioneros locales están encabezando los esfuerzos de restauración de ecosistemas y tratando de desarrollar sistemas ecológicamente regenerativos, a menudo con una financiación mínima.
Estas historias subrayan que los pueblos indígenas y las comunidades locales dependen profundamente de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos para sobrevivir y, en consecuencia, también son las y los defensores ambientales más eficaces. Muestran que detener o revertir la destrucción de los recursos naturales y la defensa ambiental son estrategias de adaptación central y una forma de fortalecer las capacidades de adaptación de las comunidades locales.
Agrosilvicultura liderada por agricultores en Honduras
En Honduras, las y los agricultores están utilizando el árbol nativo Inga para nutrir los suelos tropicales y restaurar la fertilidad utilizando el “método de cultivo en callejones de Inga” como una alternativa comprobada a la agricultura de tala y quema, también conocida como cultivo migratorio.
Esto está abordando tanto la destrucción de la selva tropical como la disminución de la fertilidad de la tierra debido a los métodos de tala y quema. El cultivo en callejones de Inga implica la creación de callejones bordeados de árboles fijadores de nutrientes, dentro de los cuales los agricultores pueden producir cultivos alimentarios como frijoles y maíz para la supervivencia de sus familias, así como cultivos comerciales para la venta.
Se ha demostrado que proporciona seguridad alimentaria y de ingresos y elimina por completo la necesidad de métodos de tala y quema destructivos para el medio ambiente y los bosques. Los árboles también mejoran la resiliencia climática ante sequías e inundaciones. La materia orgánica mejorada del suelo actúa como una esponja, reteniendo agua y liberándola lentamente.
Gracias a los sitios de demostración, su popularidad ahora se está extendiendo significativamente entre los agricultores hondureños y tiene el potencial de expandirse mucho más. El programa comenzó con 40 familias y ha añadido 40 familias más cada año; superando ya las 450 familias.
«No hay préstamos, deudas ni microcréditos: el programa está hecho por y para las familias, ya que reciben capacitación en su parcela y toman todas las decisiones de siembra. La tala y quema se detiene tan pronto como una familia planta su callejón básico de cereal con sus setos de árboles Inga. Todos obtienen 100% de seguridad alimentaria en 18 a 24 meses y ninguno ha vuelto a la tala y quema» – Mike Hands, Fundación Inga
Lea más aquí en las Historias de Resiliencia
Alcanzar los derechos humanos de las mujeres y las niñas en un mundo climático cambiante es transformador
Lograr los derechos humanos de las mujeres y la igualdad de género (y el camino hacia esto) representa un cambio transformador. Los impactos del cambio climático y las respuestas de la sociedad a este fenómeno hacen que los derechos humanos de las mujeres y las niñas se encuentren aún más amenazados. Es urgente que cerremos esta brecha de desarrollo de género cada vez más amplia para el bienestar de las personas y la resiliencia climática.
La red de mujeres de Uganda cambia las normas al organizarse para desarrollar acciones de adaptación
Osukuru, en el este de Uganda, es una zona muy expuesta y vulnerable a los desastres relacionados con el clima, especialmente las inundaciones. Una trabajadora de salud local, Constance Okollet, se unió a otras 12 trabajadoras de salud para formar la Red de Mujeres Unidas de Osukuru para mejorar el bienestar físico y mental de los miembros de su comunidad. Este grupo creció hasta convertirse en una fuerza de más de 2.000 mujeres que se ayudaban entre sí, trabajando de manera holística para reforzar su resiliencia colectiva y hacer frente a los problemas agravados de las inundaciones, la inseguridad alimentaria y de ingresos, así como la violencia de género y el VIH y las enfermedades de transmisión sexual de un prevalente trabajo sexual en el pueblo.
La red inició asociaciones de ahorro y préstamo y apoyó a las mujeres para que desarrollaran huertos productivos y resilientes al clima.
«Los ahorros pueden eliminar algunos de los problemas porque les decimos a nuestras mujeres socias: ¿Por qué no ahorramos y dejamos de vendernos a los hombres tacaños y a las enfermedades de transmisión sexual (ETS)? La mayoría son víctimas del VIH/SIDA. Así que las cambiamos del trabajo sexual a los negocios, para educar a sus hijos e hijas, para ayudar a sus padres… La gente te dirá que la razón por la que quieren incorporarse al trabajo sexual es para llevar a sus hijos e hijas a la escuela. Cuando hablamos de la huerta de la cocina, tendremos comida. Año tras año tendremos yuca y patatas, y la huerta no necesita mucha agua. Se toma el agua que queda de lavar los platos y se echa allí y gana la salud, el alimento. Así que descubres que muchas actividades surgieron de las inundaciones y del mal tiempo, la sequía y los desastres que destruyen» – Constance Okollet, fundadora de Osukuru United Women’s Network
Las integrantes llevan a cabo una variedad de actividades de desarrollo resilientes al clima, incluida la conservación de los humedales (alejándose del cultivo histórico de alimentos en los humedales locales con drenaje de agua en zanjas) y el cultivo y procesamiento colectivo de yuca, el cultivo básico resistente a la sequía de la zona, para reforzar su alimentación, seguridad e ingresos.
Esta historia muestra cómo las mujeres que se organizan para realizar acciones de adaptación han cambiado las normas en la comunidad y han incrementado la confianza de las mujeres y el respeto de los hombres por las mujeres y sus derechos. Al principio, la mayoría de los hombres de la comunidad se resistían mucho a la Red. Algunos incluso prohibían a sus esposas participar. Pero las mujeres persistieron y, con el tiempo, los hombres comenzaron a apoyarlas activamente. La clave, dice Constance, fue el empoderamiento económico de las mujeres a través de acciones de resiliencia climática: esto ha reducido el estrés en los hogares, la fricción y la violencia doméstica.
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La acción climática transformadora es multidimensional e integradora
Una de las principales conclusiones del GST es que, a nivel mundial, “la mayoría de los esfuerzos de adaptación observados son fragmentados, incrementales y sectoriales”; sin embargo, esto representa de manera imperfecta las realidades de las comunidades locales en el Sur global, donde cada vez hay más evidencia de que las respuestas son más holísticas y a menudo brindan múltiples beneficios en los ámbitos ecológico, social y económico.
Es importante destacar que es una cuestión de escala. A nivel local, líderes, lideresas y comunidades de adaptación a menudo ven el panorama completo y la interconexión de los problemas. El aislamiento y la fragmentación ocurren a escalas mayores y esto significa que el progreso de la adaptación de las comunidades puede ser bastante precario: sujeto a verse socavado, a menos que logren asociarse con otros actores para cambios políticos, legales, financieros fiscales, técnicos e institucionales a múltiples escalas, que afectan su área local.
Rede Pintadas (Red Pintadas): Construyendo solidaridad en torno a una acción climática integrada y justa
El estado de Bahía, en el noreste de Brasil, ha sido semiárido a lo largo de la historia, pero el cambio climático está haciendo que la sequía sea cada vez más persistente. En este contexto, Rede Pintadas tiene una larga trayectoria de organización para apoyar medios de vida resilientes al clima y el bienestar de la población local, incluidos los derechos de las mujeres, en comunidades rurales tradicionales.
Rede Pintadas ha logrado defender y garantizar leyes estatales para el reconocimiento del patrimonio biocultural de los productos indígenas locales basados en la fruta umbu y la palma licuri, lo que ayudó a acrecentar el mercado para estas especialidades y, de manera crítica, introdujo legislación para protegerlas de corte insostenible.
La eficacia de Rede Pintadas ha dependido de la naturaleza holística de sus actividades, que priorizan: el desarrollo económico basado en cooperativas y compatible con el clima, incluidos métodos agroecológicos; la afirmación de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y la juventud; y un enfoque estratégico en exigir nuevas leyes y políticas que permitan una adaptación liderada localmente.
«Queremos exigir seguridad hídrica, tecnología para la producción agrícola adecuada a la región semiárida, educación e inversión en investigación sobre el potencial de la caatinga, políticas culturales para que podamos continuar con nuestra labor de empoderamiento de las comunidades y de los jóvenes» – Lourivânia Soares Santos, periodista y activista, Rede Pintadas
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La acción climática transformadora es responsable
La acción climática transformadora fomenta un sentido compartido de responsabilidad y rendición de cuentas hacia las personas más afectadas por el cambio climático.
Fondos de Agua en la región Andina: Financiamiento multiactor que responde a las necesidades e intereses de diversos actores locales
Los Fondos de Agua muestran la importancia de los procesos responsables y liderados localmente. Son mecanismos financieros de largo plazo y espacios de gobernanza de múltiples actores donde el sector privado local, el gobierno y los actores comunitarios se unen para garantizar la protección de las fuentes de agua. El primer Fondo de Agua se creó en Quito, Ecuador, hace 20 años y desde entonces se han replicado en América Latina y otras partes del mundo. FFLA-CDKN viene apoyando una Plataforma Andina de Fondos de Agua que reúne a diez Fondos de Agua de Colombia, Ecuador y Perú.
Para tener éxito, los Fondos de Agua deben ser participativos y rendir cuentas respecto a las necesidades de la población local. La confianza es un elemento importante, incluyendo que las comunidades se consideren representadas en el diseño del programa (en contraposición a los programas impuestos desde afuera). Es fundamental escuchar y aprender de los miembros de la comunidad que conocen profundamente las tierras y las personas en las que los Fondos de Agua pretenden influir. Además, existe un vínculo entre la durabilidad del programa y la atención a la equidad y la justicia, lo que apunta a la importancia de una perspectiva social en el trabajo de los Fondos de Agua (más información).
Los Fondos de Agua generan múltiples beneficios colaterales, incluida la captura de carbono, la conservación de la biodiversidad, la adaptación basada en los ecosistemas y la resiliencia climática para las comunidades locales e indígenas vulnerables. Las estrategias incluyen conservación, restauración, uso sostenible, educación, divulgación, monitoreo de impacto, presentación de informes, rendición de cuentas e igualdad de género e inclusión social. Las actividades son financiadas por el sector privado local, el gobierno y las y los residentes de las ciudades que dependen del acceso al agua en la zona de captación.
La acción climática transformadora entrelaza diversos tipos de conocimientos y co-crea respuestas
La naturaleza compleja del desafío climático significa que es necesario aprovechar fuentes de conocimiento (local, tradicional, científico y experiencial) y perspectivas diversas para co-diseñar e implementar respuestas efectivas. Están surgiendo muchos ejemplos de cómo esto se puede lograr en la práctica y cómo se pueden mediar conflictos y disputas potenciales para lograr resultados más compartidos y efectivos.
La gestión colaborativa del agua urbana empata el conocimiento y la acción en Nepal
En Nepal, el Instituto de Estudios Avanzados de Asia Meridional (SIAS) creó espacios a través de diálogos sobre el agua (llamados Pani Chautari) para desarrollar conjuntamente respuestas a la gestión del agua en la ciudad de Dhulikel, durante cuatro años (lea más aquí).
Este trabajo unió diferentes voces y conocimientos para lograr soluciones más equitativas, aceptadas y de propiedad local que ayudaron a responder a los conflictos de suministro de agua entre las comunidades rurales río arriba y las urbanas río abajo.
La priorización colaborativa y la puesta a prueba de medidas propuestas para abordar los desafíos relacionados al agua ayudaron a reunir evidencia de múltiples tipos de conocimiento. Por ejemplo, los conocimientos locales, expertos, tradicionales y experienciales de los comités comunitarios de usuarios del agua complementaron las evaluaciones científicas de disponibilidad y acceso al agua. También se crearon alianzas para su diseño, prueba, financiación, implementación y seguimiento. Esto aseguró la propiedad y la sostenibilidad, reforzadas por la institucionalización de Pani Chautari por parte de la autoridad local mediante la formación de un consejo del agua para apoyar la gestión colaborativa del agua en el futuro.
La acción climática transformadora es adaptativa, inventiva y anticipatoria
En todo el mundo, están surgiendo acciones climáticas innovadoras que utilizan formas creativas y experimentales para financiar y escalar el impacto y responder al cambio climático actual y futuro, basadas en alianzas sólidas.
Asociaciones de financiación regional para la protección de arrecifes en Honduras, Belice, Guatemala y México
Después de que los huracanes azotan Honduras, Belice, Guatemala y México, los equipos de reparación se sumergen para limpiar los escombros de los arrecifes de coral. Recuperan fragmentos de coral, enterrados bajo el sedimento por fuertes corrientes tormentosas. También retiran la basura y los desechos sólidos que llegan al arrecife.
Los fragmentos que todavía estén vivos se vuelven a unir. Esto debe hacerse dentro de las dos semanas posteriores al impacto del huracán para evitar daños permanentes al ecosistema coralino.
¿Cómo se financia? El Fondo del Arrecife Mesoamericano (Fondo SAM) ayuda a adquirir pólizas de seguro para estas reparaciones de emergencia de arrecifes en 11 sitios de arrecifes, principalmente en Honduras, y capacita a los buzos de respuesta a emergencias. La misión del Fondo SAM es impulsar financiamiento y alianzas regionales para la conservación, restauración y uso sostenible del Arrecife Mesoamericano.
Una innovación clave del enfoque del Fondo SAM fue consolidar la cobertura de seguro para múltiples sitios para ayudar a reducir el costo de las primas. La cobertura del seguro incluye estipendios para compensar a los buzos de arrecife por su tiempo y experiencia.
Dos de los sitios se aseguraron mediante una subvención del Fondo de Adaptación, que apoya la innovación climática en los países en desarrollo a través de su Plataforma Agregadora de Pequeñas Subvenciones (ISGAP).
¿En adelante, quién debe hacer qué para apoyar la acción climática transformadora?
Los ejemplos anteriores muestran que ya se están produciendo focos de cambio transformador gracias al puro ingenio, la voluntad, el liderazgo y la solidaridad de las comunidades, los organizaciones y redes comunitarias, los gobiernos, las y los investigadores, las empresas, las entidades financieras y sus socios afectados por el clima.
Una “cambio de rumbo” en la COP28 debe llevarnos hacia una acción climática transformadora y debe abordar las causas sistémicas de la crisis climática, la pérdida de biodiversidad y las desigualdades estructurales:
- Las iniciativas y perspectivas de adaptación comunitaria son invisibles en el GST. Los futuros balances deben considerar formas para que estas historias y experiencias locales se alimenten más directamente en el Balance a través de, por ejemplo, «balances locales» y a través de intermediarios como redes comunitarias y solidarias, organizaciones no gubernamentales locales, universidades locales y grupos de investigación que, en conjunto, puedan proporcionar una visión completa y agravada de las prácticas de adaptación local en el Sur global. Estos esfuerzos deben orientarse hacia el aprendizaje colectivo de las comunidades y grupos sociales para profundizar y ampliar aún más el impacto, en lugar de monitorear por monitorear.
- Apoyar la defensa de las comunidades locales poniendo en primer plano sus derechos de acceso y uso de los recursos naturales, en particular las tierras indígenas, y deteniendo la degradación de los recursos naturales, debe reconocerse como una prioridad de adaptación de primer orden para el gobierno, los financiadores del desarrollo, los propietarios privados de tierras y las empresas privadas. Esto requiere una aplicación adecuada de las leyes ambientales y atención a la resolución de conflictos sobre recursos naturales entre comunidades y actores externos.
- Los gobiernos, las empresas, las agencias multilaterales, los financiadores, los líderes de programas, las organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil necesitan intensificar su ambición en materia de igualdad de género y derechos humanos, los cuales deben considerarse fundamentales para lograr una acción climática transformadora. La igualdad de género y la acción climática no solo deben priorizarse por derecho propio, sino también integrarse de manera efectiva en las políticas y en la práctica. A menos que los grupos vulnerables y/o marginados, incluidos los pueblos indígenas, participen explícitamente y se les otorgue liderazgo en la acción climática, es poco probable que accedan a todos los beneficios. Incluso podrían enfrentarse a una “mala adaptación”: un debilitamiento de su resiliencia. Suscríbase al llamado a la acción de la COP28 por las economías bajas en carbono y con justicia de género aquí.
- Catalizar la inversión en Adaptación basada en Ecosistemas (AbE) y Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN) debe ser una estrategia central para los gobiernos, los fondos climáticos internacionales, los donantes bilaterales, los bancos de desarrollo y las organizaciones filantrópicas. Se estima que menos del 2% de todo el financiamiento público internacional para el clima se destina a las SbN para la adaptación, a pesar de su enorme potencial para contrarrestar la crisis climática y de biodiversidad interconectada y los múltiples beneficios colaterales para la gente.
- Los grupos comunitarios y los movimientos de solidaridad ya están trabajando entre sí y abordando la desigualdad estructural y la discriminación, además de desarrollar la resiliencia climática, pero su impacto se ve gravemente limitado por la falta de recursos. Estas iniciativas lideradas por mujeres y grupos marginados necesitan ser financiadas y apoyadas para poder vincularse en solidaridad con otras comunidades para intercambiar conocimientos tácticos y estratégicos, y proporcionar un apoyo moral importante y una voz política amplificada para apoyar los esfuerzos de los demás.
- Los financiadores e inversionistas deben fortalecer las capacidades locales y confiar los recursos y la asignación de recursos a los actores locales para que tengan el poder de decidir sus propias necesidades y prioridades de adaptación, lo que permitirá que llegue más financiamiento a donde más se necesita. Los intermediarios financieros deben estar dispuestos a ceder poder y poder de decisión, así como recursos.
- Los financiadores y los gobiernos deben transformar el financiamiento de la adaptación hacia formas más holísticas en las que se desarrolle la resiliencia y la capacidad de adaptación sobre el terreno. Las ‘justificaciones climáticas’ requeridas por los financiadores son demasiado limitadas y deben ampliarse para tener en cuenta las múltiples vías hacia un desarrollo resiliente al clima, como abordar la violencia de género, e ir más allá de las simples actividades «técnicas» como construir infraestructura física o apoyar la adopción de tecnologías climáticamente inteligentes.
- Es necesario reconocer el papel de la intermediación del conocimiento a la hora de cerrar la brecha entre el conocimiento y la acción y trabajar para lograr un cambio de sistemas en todo el sistema. Estos intermediarios trabajan en todos los sectores, escalas y con múltiples partes interesadas para conectar y entrelazar diversos tipos de conocimientos para lograr respuestas más inclusivas y basadas en evidencia. Pueden ayudar a sortear obstáculos importantes para la acción, como las reglas sociales, la fragmentación institucional, las asimetrías políticas y de poder, y los valores y aspiraciones contrapuestos sobre el futuro.